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La impotencia de mis versos...

Te siento libre…volando inalcanzable,

disfrutando de la inmensidad del éter…

abrazada al infinito,

allá…encaramada en nubes…

traveseando con nimbos azules,

viajando sin rumbo,

planeando caprichosa,

ostentando tus alas de plata…

hacia rojizos horizontes…incendiados de antojos.

 

Así, emancipada como el viento,

fresca y flameante…más brisa que tornado,

como cortina de tul que baila con la tarde en el dintel de mi lumbrera.

 

Despreocupada como hojas de otoño…que caen despacio al piso…

aterrizando en este soleado septiembre.

 

Te quiero así…

a veces indiferente al futuro…

dejándolo pendiente sin que te inquiete,

desobediente al presente…

alejándote del pasado turbulento,

como si estuvieras huyendo de la nostalgia,

como si esperaras encontrar la puerta grande de paso al paraíso.

 

Te imagino rebelde pero mansa y sublime,

desatada como tormenta…pero también como mar en calma,

tan eufórica como gaviotas de la costa…

cuando ven llegar las barcazas repletas de alimento.

 

Tanto así te pienso…y desvarío estar así contigo…

en una playa inmensa…desolada…con palmeras de testigos,

contemplándote escabullirte entre olas y arena.

 

Tú, tan definitiva como el tiempo,

tajante…te marchaste,

tan elocuente como el silencio…

que ensordece tu sigiloso alejamiento.

 

Parece que te has propuesto de verdad en olvidarme…

y yo…derrotado me conformo y callo…

tan solo dejando de este idilio…como recuerdo…

la impotente perseverancia de mis versos.