Ingrid Zetterberg B.

CONSUELO ETERNO

CONSUELO ETERNO

 

El amor de padre se esconde

en tu silueta lánguida de amigo,

yo te echo de menos

en mis letras sentidas.

 

Tú eres todo en mi vida, mi viejo,

mi hermano quizás, mi compañero

y abarcas las horas de mis noches

con tus caricias tibias en mi cuello.

 

Nadie sabe ni comprende

este amor inexplicable en mi alma.

Yo seré siempre la voz que te arrulla,

en el silencio que te mece

porque aunque nadie lo sepa

también te siento como a un hijo

de mis entrañas sedientas.

 

Un amor espiritual sólo Dios entiende

y es lo más completo

que llena mis días.

Un regalo del cielo para siempre.

Un consuelo eterno

que no esperaba.

 

INGRID ZETTERBERG

 

Dedicado a mi amado

Camilo Sesto

 

De mi poemario

\"A la sombra del ñandubay\"

 

Derechos reservados