El instante mismo de tu recuerdo inmediato, siempre será el último que tuve contigo abrazándote en la estación de autobús despidiéndome de ti, tu recuerdo más que decir triste es alentador, siempre me dijiste te quiero, siempre me hablaste de ti ... de tus historias, de tus vivencias, nunca me dejaste rendirme aunque fuese un momento triste o malo, me diste ánimos de seguir adelante.
Ahora, después de un par de años de tu partida; suelo imaginar que un día llegaré a la casa en donde vivíamos y te contaré de mis historias y de todo lo que sucedió, de tus nietos, de la familia, de los buenos momentos, de como todo sucedió.
Solo quiero que sepas en esta carta, si acaso un día la lees, es que nunca he dejado de pensar en ti... Te mentiría si te dijera que no te extraño, a veces hablo mucho de ti en las conversaciones familiares. Sé que un día estaremos juntos otra vez, y te pondré al día.
Por el momento no tengo más que decirte... Cuando suceda algo te aviso.
Descansa papá <3