Bajo el cielo de azul profundo y sereno,
donde el sol se oculta en su diaria danza,
se despliega el misterio, sin freno,
de la vida que en la tierra avanza.
Los ríos, como venas de la tierra,
fluyen con un eterno y dulce canto,
y la brisa, en su abrazo de la sierra,
susurra secretos al eco lejano.
En el corazón del bosque susurrante,
donde los árboles al cielo se alzan,
se encuentra la paz, como un amante,
que en el alma de quien busca se abraza.
Las aves en el cielo danzan libres,
sus alas despliegan historias de altura,
y en este mundo de colores y quimeras,
se halla la esencia de la vida, la ternura.
Así, en esta sinfonía de la existencia,
donde la naturaleza es la protagonista,
descubrimos la belleza en su esencia,
y encontramos en su armonía la vista.