nachosol

Todo lo entrego en sueños

 

Todo lo entrego en sueños

mi querida amada sosegada

tal vida aguardo con empeño

que vivo para morir con ceño

vivaz fuerza vida descansada.

 

Cupido hirió me en mi corazón

con las flechas enarboladas.

Y tal vigor quedaron prendidas

que la sangre ardía a borbollones,

brotando al vacío yermo de pasión.

 

El cuerpo desarbolado subsistió

prendido de amor, amor, ese amor

que es la más querida quimera;

mi voluntad soportar el chaparrón

cobrando vida en el nimbo del amor.

 

Amada, amada mía

Después de morir de amor

¡Que duros estos silencios!

Mi corazón entero te aguardo.