Norberto Osvaldo Algarin

La limosnera

Flor tierna la limosnera, 
mas marchita de dolores. 

¿Qué sino le habrá tocado 
y qué lides cuando joven 
que hoy vive de los socorros 
de las existencias nobles? 

Su mano extendida pide; 
su mirar gélido esconde, 
y siente de cuando en cuando 
la fría esperanza de un cobre. 

Ay, quiera la Providencia 
que su spes no se deshoje, 
y sienta en su alma limpia 
la santidad de los pobres.