Nitsuga Amano

A cien kilómetros de distancia

A cien kilómetros de distancia, en la bruma,
tu imagen se desvanece en el horizonte,
un recuerdo que flota en la neblina,
un suspiro de amor que el viento esconde.

 

 

En la nostalgia de la distancia,
mis pensamientos vuelan como aves errantes,
buscando refugio en los rincones de tus recuerdos,
y en cada suspiro, siento tus latidos distantes.

 

 

La soledad se posa como un ave negra,
en el rincón más profundo de mi ser,
los días pasan como hojas en el viento,
y el tiempo se desvanece, sin poder entender.

 

 

A cien kilómetros de distancia, mi amor,
te siento cerca aunque estés lejos,
las palabras son puentes que se extienden,
y en cada verso, te encuentro en mis reflejos.

 

 

Las estrellas en el cielo parecen guiarnos,
a través de la vastedad de esta separación,
como faros de esperanza en la noche oscura,
iluminando nuestro amor con devoción.

 

 

Así, en la distancia, encontramos un lazo,
que une nuestras almas en un mismo latir,
cien kilómetros son solo un número,
nuestro amor trasciende, sin poderse medir.