Madre mía, el amanecer de hoy en tu día
ofrecerte quiero mi gratitud
por la vida haber me dado, por cuidarme
en malas y buenas, cobijarme en tu pecho
de haber estado siempre conmigo
cuando de pequeño aun era.
Madrecita mía rosa eterna, gracias
en mi vida por ser: madre y padre
mujer audaz de valentía
que a pesar del temor perseveraste
¡nunca me abandonaste!
Madre mi flor risueña, te agradezco
por tolerar la rebeldía de mocedad
de haber amargado tu existencia
pero que sin embargo, siempre presente estas
ofreciéndome a raudales, amor, cariño, Comprensión
noble son tus sentimientos.
Madre déjame besar tu mano austera
y una rosa regalarte repletito de mi amor
latir de un niño, es mi corazón tuyo
Corazón agobiado por tanto desamor.
Pero no llores Mamita linda mi flor risueña
que mi amor por ti… Nunca cesara.
(corazonbardo)