Edel Vicente González Pérez

Fuego Rojo. Dos sonetillos

 

Abandona precavida

polluelos y nido, el ave

y a aquel frondoso enclave,

feroz le arranca la vida.

 

Es un fuego matricida

que asola la madre tierra

con más crueldad que una guerra

en su furor homicida.

 

Lo tiñe todo de rojo,

no existe la compasión

con quien se mueve a su antojo

 

Tampoco habría evasión

en el daño y el despojo

que devora a la nación.

 

II

 

¿Quiénes te han prendido fuego

mi Tenerife bonita?

¿Quién a tu bosque le quita

diversidad y sosiego?

 

¿Quien obliga al serraniego

a desocupar su hogar,

mientras el fuego al pinar

devasta con furor ciego?

 

Extingue tu pebetero,

sofoca las crueles llamas,

devuelve sombra al sendero

 

Y elimina las soflamas

que engañan al montañero

que se ha quedado sin ramas.

 

La isla que amas

escobará sus cenizas

y sus plagas enfermizas.

 

18-08-2023

Edel@vateignoto