Freddy Kalvo

PanegĂ­rico Maternal

 

La niña se está durmiendo

y un largo sueño la espera.

La madre, se desespera,

su niña se está muriendo.

La niña iba floreciendo

con su luz prometedora

y una madre, ahora llora,

su congoja y su dolor.

Llora y llora por amor

y con lágrimas implora:

 

—¡Salva Dios hoy a mi niña,

dadle vida por favor,

no te lleves a mi flor

que su pétalo encariña!

—¡Salva Dios hoy a mi niña,

que no muera, te suplico!

La oración que te dedico,

sale como el agua pura…

—¡Salva Dios a mi criatura,

dadle vida, te suplico!

 

Y pasó toda la noche

la oración nunca mermaba

angustiada, más lloraba,

y así fue noche tras noche.

Nunca supe de un reproche

de la madre compungida

porque Dios no dio más vida

al capullo que marchito

fue quedando, despacito,

como flor descolorida.

 

Los recuerdos se quedaron,

para siempre en la memoria.

Son recuerdos de la historia

y los ojos que lloraron.

Pocas horas más pasaron

y su cuerpo quedó inerte,

le llegó luego la muerte

a mi hermana en primaveras.

(Eras joven, joven eras...)

¡Cómo nos dolió perderte!

*Panegírico: oración