He de escabullirme como un fantasma hasta donde tu cuerpo descansa
ésta noche.
Y han de follarte éstos ojos,
al imaginar tu piel
bajo las sábanas.
Palpitante y deseoso por mis caricias.
Nadie podrá salvarte de mis labios.
No quedará espacio libre de mis perversas intenciones contenidas durante tanto tiempo.
He de danzar sobre tus mares y han de descansar mis ganas sobre tus caderas.
Y después, dormir plácidamente sobre la calidez de tu carne expuesta y tu alma satisfecha.
Sin importar si al despertar ambos amanecemos en
diferentes camas.
De: Diana Janeth Reyes Diáz.
(Diana Reydz)
Escrito el: 18/08/23
Todos los Derechos Reservados ©