Nitsuga Amano

El hada que en la Antártida habita

En la Antártida de su alma, un hada en silencio mora,

entre los hielos de su soledad, una historia aflora.

Sus ojos reflejan el frío de un amor quebrado,

como glaciares que se quiebran en un mundo desolado.

 

 

Su corazón es el viento helado que suspira,

una melodía triste que en su alma gira.

En sus mejillas pálidas, la caricia del recuerdo,

un consuelo efímero que apenas se deja ver en su reflejo.

 

 

La aurora boreal de sus sueños, ahora es sombra y ausencia,

un paisaje desolado que parece sin clemencia.

El hielo de su tristeza se posa en cada latido,

una melodía que se quebranta en el silencio perdido.

 

 

Un hada en la Antártida de sus sentimientos,

donde los versos son susurros y los suspiros lamentos.

En la vastedad de su desolación, busca un abrazo,

como un cálido refugio en medio del hielo escaso.

 

 

La aurora austral en sus ojos es una lágrima que brilla,

una chispa de esperanza que a veces titila.

En la inmensidad de su pena, un grito enmudece,

como un ecosistema en pausa, un amor que ya no crece.