Es cierto, tal vez te odio. al menos en vida, al menos por solo un momento vivído pero efímero. Ya que puedo disfrutarte sin límites pero, la desolación y los celos, me hacen a mí un esclavo de la dependencia, sabes, no quiero terminar así.
Sonríe, llora y odia
No me volveré a enamorar de tí
Pero si admito, admito que eso de amarte, jamás lo dejé de sentir.
Siendo tan compatibles como trozos de cristal, de un amor roto, más de lo que lo estaba Ya.
Más de una vez me dijiste que me dejaste de amar, pero yo fuí original y te dije que tal vez si, ya te comenzaba a odiar (jaja) te lastimé, ya que tú también me llegaste a lastimar, el dolor merecido por ser incapaz de soltar y solo dañar, tuyo y mío, ambos merecidos del contrario a bondad.
En realidad, jamás dejé de velar por tí, a pesar de lastimarme más y más, puedo decir que eso siempre fué amar... Acepté que te fueras pero no el que volvieras, y volviste, volviste para ser el ser más completo digno de amar, más bien, una ilusión ya que veía en tí la real falsedad.
No puedo expresar mi real pensar, estoy envuelto en metáforas que intentan y me incitan a desvíar eso que realmente siento por tí, tú, el ser más significante para mí ser. te odio y amo, te odio con cariño y amo con rencor, eres el ser egoísta que más me cautiva y también eres el ser más poeta que más me facina. No lo sé, te amo con sinceridad pero no te quiero, ni te elijo en mi realidad, pues eres quién más daño me puede volver a dar, y en realidad a quien no quiero estar dispuesto a dañar sin piedad, sea por venganza o solo una respuesta de dignidad, pues el defenderme siempre estuvo presente, incluso enamorado a tu ser por momentos. Todo eso, pero sin amarnos en realidad.