Nitsuga Amano

Tus palabras revolotean en las paredes

Tus palabras, aves de silencio, en las paredes se posan,
dejan su eco en los rincones como suspiros de la sombra.
Son remolinos de un tiempo ido, memorias que sobreviven,
en el eco de tus frases, en el rincón donde aún viven.

 

 

Como fantasmas taciturnos, las sílabas se deslizan,
tejiendo el velo de recuerdos en los muros que se deslizan.
Son huellas impresas en la cal, el lamento que persiste,
un eco que habla en susurros de la tristeza que insiste.

 

 

Las palabras, como sombras, dejan su marca en la piel,
son el latido apagado de un corazón que ya no es fiel.
Las paredes son el espejo que refleja el pasado,
y en ellas, tus palabras, como eco, quedan grabadas.

 

 

En el silencio de la noche, las voces se desvanecen,
pero tus palabras, como ecos lejanos, en el tiempo reverdecen.
Son versos susurrados por el viento de la melancolía,
tus palabras revolotean en las paredes, en la eterna poesía.