Ben-.

Sin dios-.

No existe pudibundez

ni dignidad alguna tanto

en la miseria como en la derrota

constantes: abrazo mi mentira

mas no me consuela el hecho

de pasar por esta vida como un eterno

maleante, o en un eterno sinvergüenza.

Y no existe dignidad ni pudor

en la pobreza extrema y en la indiferencia

de toda una sociedad, porque no puede

existirla donde previamente, te han destituido,

deshonrado y violentado, de manera permanente.

Así que por mi parte, doctores, deshojo la margarita

de la expresión, y saco todos los trapos sucios

al aire, como sábanas indigeribles

secándose en un patio interior-.

 

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