Te sueño como se saborean las cosas exquisitas
y moldeo las gardenias que tienes por lunares
dentro del manojo de mis deseos más íntimos.
Venero la libertad con la que callas al mundo
y deliro en los fortines que yergues ante el tiempo
para cuidar de la hiel la ternura de tus días felices.
Has sido tú, la respuesta a mi derrota,
los hilos del universo que arropan la belleza.
el ornato de un milagro,
el camino de leche y miel que lleva a la gratitud.
Cordura entre la ausencia y la locura,
agua mansa entre la sed y la amargura.
Dictas leyes con tus suspiros de vida,
configuras el fuego con la vehemencia de tus pasiones.
has creado la canción de la paz con el ritmo de tus latidos
en ese pecho donde podría vivir la perfección.
Te podría cantar eternamente al nacer el sol
cómo la oración matriz del que ve el rostro de Dios,
entonarte como un salmo gozoso,
descubrirte todos los días en los misterios de tu luz
y recargar las lagunas de mi felicidad con tu parpadear.
Has creado la noche a imagen y semejanza de tu ausencia,
has pintado el día con el trinar sutil de tu sonrisa,
has creado un nuevo universo.