Nadmoon

Encierro

En mi encierro

Temor a más no poder, más bien pavor, ese es mi único sentir aquí dentro.
Es terrible sentir este frío intenso que me cala los huesos, ésta soledad y este mismo panorama decrépito de este lugar nefasto.
Desde esta celda donde me encuentro, puedo ver su andar de aquí para allá despreocupado. Como todo le miran sin saber que no es real y sin darse cuenta hace cuánto desaparecí.
Miedo.
Es tanto el miedo de cerrar los ojos y abrirlos sin saber quién de ellas será la que surja esta vez.
Hace tanto que odiaba mi mente, mi cerebro, mi cuerpo, mi ser, mi existencia, el mundo que me rodeaba, el reflejo que el espejo me devolvía al mirar por ahí e intentar hallar algo real, algo que me dijera que no era una ilusión de mi loca mente, de mi imaginación. Como cuando jugaba a cortarme y no sentía dolor pero podía sentir la caliente sangre brotando.
Tristeza.
Haber caído en este encierro, sin saber cómo o hace cuánto fue, he perdido la cuenta y he perdido la voz de tanto gritar \"Estoy aquí ayúdenme\", nadie notó el día que desaparecí y comencé a ser un ente sin sueños, ánimos, deseos, amor, sentimientos, un ente que solo anda por ahí, sin embargo ya no vive ni gusta de vivir.
Dolor.
 A través de esta celda puedo ver la luz de todos brillar, escuchar lo bello que va en sus día a día, sin poder participar, sin ser parte de esa vida, de esa belleza de sentir.
 He dejado de gritar, he dejado la esperanza a un lado, pues  cada vez que ésta aparecía, esa voz me decía bajo y suavecito \"Jamás saldrás de aquí\", \"Nadie sabe de ti\", \"Nadie te extraña\", \"Nunca fuiste nadie, nunca serás nada\", esa voz que se repite de vez en cuando y acaba con mis fuerzas por querer salir, por querer luchar.
 El cuerpo duele tanto, como el alma, si es que aún tengo una, solo sé que algo duele y cala muy hondo. Tanto que aveces creo no soportarlo más y deseo acabar con todo ésto, ponerle un punto final.

Nadmoon