En la soledad de la noche oscura y fría,
se escucha un sollozo que el viento lleva,
en cada lágrima que tu mirada siega,
se oculta un enigma que al alma envolvía.
¿Por qué lloran tus ojos, estrellas caídas,
en el vasto cosmos de tus pensamientos?
¿Acaso es la tristeza, con sus negros vientos,
la que en tu corazón teje sus heridas?
Tal vez sea un recuerdo que el tiempo no borra,
un eco del pasado que persiste en el alma,
o quizás sean sueños que el destino desarma,
dejando en tu ser una eterna zozobra.
En las profundidades de tus ojos humedecidos,
se esconden historias de amores quebrantados,
cuentos de ilusiones que quedaron truncados,
suspiros apagados, sentimientos perdidos.
pero no temas, oh alma triste y doliente,
pues tras cada lágrima, hay un mar de esperanza,
un camino de luz que en la oscuridad avanza,
un brote de vida, un renacer latente.
El dolor en mi alma hizo nido
Al mira el rio fluir de tus ojos
Sabes que siempre quise complacer tus antojos
Y mi amor, todo por ti fuese poseído.
Enjuga tus lágrimas con fuerza y coraje,
deja que el dolor se convierta en fortaleza,
que cada tristeza sea un peldaño en tu proeza,
y que tus ojos se alisten, a emprender un nuevo viaje.
Autor: Ángel R. Anaya Puerta
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