ALVARO J. MARQUEZ

EN TU VIDA

He llegado mujer a tu vida

para mostrarte en forma decidida

la manera más sutil de amarte.

Quiero guiarte, con mimos dirigirte,

que me dejes cuidarte, consentirte

y en todos mis sueños dibujarte.

 

He llegado a tu vida hoy

para decirte que soy

quien resaltará tus virtudes

y alejará tu amargura,

quien ha de verte segura

para que nunca más dudes.

 

He venido a bendecir tus días,

a colmarlos de alegrías

y muchas satisfacciones;

acompañarte por la vida un largo trecho

y sacarle el mejor provecho

a todas sus lecciones.

 

He llegado a tu vida para reír,

para enseñarte a vivir

muy segura de tu persona;

para ser la brisa que te despeina

Y jurarte que eres mi reina

y son mis besos tu corona.

 

He venido a decirte que te amo

y que esa paz que buscamos

porque precisamos tener calma,

como lección del hombre en la cruz,

la tienes por dentro, es esa luz

que sale del fondo de tu alma.

 

He llegado a darte de mí lo mejor

y a enseñarte que el amor

puedes darlo siendo generosa.

He de convencerte de que vales

y que el remedio de todos tus males

está en ti mujer maravillosa.

 

Déjame que haga, que invente, que construya

sueños de amor para ti y que destruya

todo lo malo que te ponga triste

y después de alejar todo aquello que te daña,

que sientas que el amor te acompaña

y sepas que el amor existe.

 

He llegado, a fin de cuentas,

para lograr por fin que sientas

que alcanzas la felicidad verdadera

y que muy dentro de ti

sepas que mientras me tengas a mí

¡nunca faltará quien te quiera!