Se que eres pura poesia
Pero yo no he sabido leerte
Me perdi entre tus versos
Y no encontré la senda
Que me llevase a tu corazón
Me clave las espinas
No pudiendo ver las rosas
Sangran las llagas de mi piel
Brotan gotas de fria.
Desde los alares de mi tejado.
La escarcha se ceba en mi alma
Congelando cada latido.
Sueños imberbes de juventud
Que se fueron rio abajo
Entre rápidos y espumas blancas
Ahora son remansos dóciles
Que ya no mueven molinos.
Caminan lento hacia el mar.
Para morir en la arena
De esa playa eterna
Que todos debemos cruzar.