Raiza N. Jiménez E.

Sin Luna.-

Una vez le hablé a la luna

y a indagar yo me acerqué.

No me miró, no sé, si pequé.

No sentí vergüenza alguna.

Quieta estaba en la laguna.

Corría el agua de colores.

Yo sentí fragancias y olores.

Un bello lucero me miraba.

Al caminar me observaba,

en el bruno cielo,sin Luna.