Bernardo Arzate Benítez

La palma.

 

 

 

Se mueve la palma acariciada por el viento,

y esa caricia, tambien la siento.

Produce una sombra que tambien se mueve,

y en su sombra se envuelve.

 

La gente transita; veo que la ignora.

¿Le importa a ella? ¡No lo parece,

pues de todos modos crece!

 

poquito a poquito se eleva hacia el cielo;

por mas que se eleva...

¡Nunca deja el suelo!

 

Lecion que me enseña:

¡En que ser flexible, da la resistencia!

 

Autor: Bernardo Arzate Benítez