Nitsuga Amano

Yo solo conozco

Yo solo conozco tus ojos fulgentes,
dos luceros que brillan como estrellas,
en el reflejo de ellos, mis versos ardientes,
se funden en el fuego de tus centellas.

 

 

Tu pelo, melena de rosas seductoras,
enredándose en sueños y quimeras,
mi pluma se despliega, teje, enamora,
bordando un universo en tus madejas.

 

 

Tus pechos, hontanares de dulce encanto,
manantial de pasión y de ternura,
mi verso se sumerge, en ellos canto,
bebiendo el néctar de tu esencia pura.

 

 

Y en tus caderas, ciclones enloquecidos,
giro perdido en el remolino eterno,
en el vaivén de sueños compartidos,
mi alma se enreda, vuela sin gobierno.

 

 

Tus piernas, senderos hacia lo ignoto,
selva indómita donde habita el deseo,
en cada paso, mi amor es devoto,
siguiendo el rastro de tu amor pleno.

 

 

Así, en tu cuerpo, mares y volcanes,
un universo de pasiones florece,
cada verso, un eco que se empaña,
en el abrazo eterno de nuestro adiós y amanecer.

 

 

Yo solo conozco la magia de tu ser,
y en mi poesía, tu esencia se enaltece,
tejo palabras en el lienzo del placer,
y en tu mirada, mi alma se engrandece.