Nitsuga Amano

En las mil y un noches de versos tejidos

En las mil y un noches de versos tejidos,

mis pestañas risadas, nubes cobrizas,

cada ocaso testigo, amor compartido,

mil versos derramados en las albas brisas.

 

En las curvas sinuosas de tu espalda pura,

mi pincel de poesía, tinta encantada,

un lienzo que se enreda, se aventura,

en cada pliegue tuyo, en la madrugada.

 

Desemboca la inspiración en tus caderas,

borrascosas y ardientes, albaricoque,

un río de palabras, dulce quimeras,

en ellas me sumerjo, sin tiempo ni enfoque.

 

En tus labios de rosa, pistilos libados,

almíbar de los dioses, sutil rocío,

cada nota de arpa en silencios callados,

como himno celeste, canta su albedrío.

 

Mil y un cielos azules, enardecidos,

son testigos mudos de nuestro desvelo,

en cada noche eterna, sentimientos unidos,

poesía entrelazada, en danza sin destello.

 

Así, bajo el manto de mil versos escondidos,

bailamos en el fuego de la inspiración,

entre susurros y gemidos compartidos,

vivimos la poesía, eterna pasión.