Ben-.

Primavera-.

Donde sueñan

los niños su primavera,

de crepúsculos suaves

y fuegos, bajo los toldos

aniquilados. Que se llenen sus costados,

de dulces prendas invariables, y crezcan

teñidos de rojo, sus labios ateridos y neutros.

Que a sus voces, se les adhiera

el canto estentóreo de una paloma,

y desde las largas ciénagas, los juncos

toquen cielos azules y rosas.

Por los pasillos tenues

del llanto, se crucen los ánades y los espejos

en sombra. Que no se pongan el atuendo

rígido que los arroja

a un mundo superficial y engañoso. Que no sean

los maniquís de los cornudos y los desesperados,

ni las mujeres, dancen al son más secreto

de las brutales escayolas, eterna plegaria.

 

 

©