Nitsuga Amano

La manzana negra

Fui el fruto prohibido, la tentación,

en tu dulce pensar me desplegaba,

una calle sin salida, una obsesión,

en tu largo sufrir me consumía.

 

 

Caminé los senderos de tu mente,

un laberinto oscuro, laberinto,

mis pasos perdidos, mi descontento,

en la maraña de tus pensamientos.

 

 

Fuiste el sueño perdido, la quimera,

una espera infinita, desolada,

en mi ser vacío, una espera,

tu presencia ausente, desolada.

 

 

En el espejo roto de mi alma,

reflejé tus anhelos, tus lamentos,

una imagen distorsionada, cual calma,

en el abismo de mis pensamientos.

 

 

La sombra alargada, siempre presente,

se entrelaza conmigo, se devora,

en tu dulce pensamiento, ausente,

bajo el manto de una noche que ignora.

 

 

La fruta prohibida, el sueño extinto,

una calle sin salida, mi tormento,

en el eco de un eco, sin instinto,

dejo caer mis versos en el viento.