Dem Rz

Días de silencio

No es que me volví egoísta,

es que empecé a quererme a mí mismo,

mientras dejaron de quererme,

la lección hacia añicos.

 

Y no me resisto, el tiempo nos cobija

no me guarde nada,

el tiempo poco a poco nos olvida.

 

Mientras el corazón, el perfecto asesino de las mentes

juega en soledad a las pesadillas;

la razón le devuelve su verdad, aunque duela hasta las costillas.

 

A final del recorrido,

cada cual tiene que estar donde debe estar,

cada cual tiene lugar,

cada cual tiene su merecido.