Solitarium

Lamentaciones I

De tantas cosas carezco, Dios...

...que más me valdría carecer de vida:

de este inoportuno intercambiar de gases,

sentencia de muerte,

pesar disfrazado,

andar sin destino ni guía.

 

¡Era tan feliz antes de ser alguien!

La dicha de no ser, 

tan imaginada,

ahora solo el sueño me trae alegría, 

recuerdo vacío de mi inexistencia,

promesa de la pronta partida, 

el miedo a otro mundo,

a la luz,

al hombre,

 

a ti, Dios...