José Luis Barrientos León

Soy el conjuro del verso y yo mismo

 

Soy un conjuro de versos y ego

que confina en mis venas la realidad de mi palabra

quemante, dolorosa, exuberante y mágica

que altera mis pupilas hasta desangrar las perspectivas

y cierra mis labios para no delatar la dicha

que me contraría al escribir

 

Mi palabra efervescente, acalorada

casi embriagada de éxtasis y delirio

calla frente a la palma que ingenua me roza

y ante la noche silenciosa que me ofrece su ceguera

temerosa de la pasión y la espera

de la sed que llevas en tu boca

del enigma de tu vida que brilla en tus ojos

como astros iluminando oscuridades

entre los caminos de tu vientre

sin regreso, sin condena,

 

Soy vocablo de amante que transcribe los delirios

de amores exultantes y caricias como sedas

de vidas paralelas donde el morir es frecuente

y el dolor es ofrenda a Dioses sin olimpo.

 

Soy el verbo que describe la carne florecida

los labios que acarician la dermis de mi alma

mientras confronto al fantasma de la dualidad en mi juicio

que permite el olvido, la soledad y el silencio

 

Soy el conjuro del verso y yo mismo

del lenguaje que me aprieta la garganta

 con un dolor insoportable

por la guerra, por el hambre o simplemente el olvido

o la expresión inevitable del amor

 que inmola al hombre

al vientre angelical o a un pubis virginal

soy niño, soy joven, soy anciano

convertido en palabra anhelando ser canto