Nitsuga Amano

El crepúsculo del olvido

Antes que el olvido me tienda su acecho,

se secarán los mares, perdidos en desvelo,

los frutos de los huertos se desvanecerán,

y el relámpago y el trueno callarán en su anhelo.

 

 

Antes que el olvido llegue, sigiloso y certero,

el otoño invadirá mis adentros sin demora,

las primaveras serán tan solo un recuerdo efímero,

y hojas secas se posarán en mi pecho como aurora.

 

 

El mundo encontrará su fatídico fin,

los cielos se desplomarán en abandono,

y el amor, que se creía eterno sin confín,

se extinguirá en suspiros ahogados y rezongos.

 

 

Versos marchitos y gotas mustias borrarán,

tu nombre en la memoria y en la libreta,

hasta que el olvido haga de mí su hogar,

y en la penumbra se desvanezca mi meta.

 

 

Pero aún en el crepúsculo del recuerdo,

resiste el latido de un corazón en desvelo,

y en cada suspiro, tu esencia perdura,

en las sombras y en los sueños que perduran.