Conocí hoy una niña bien portada,
Elegante como ninguna otra,
Preciosa cual belleza externa de la luna,
Linda figura, preciosa su cintura.
La invite a salir más no me lo permitió,
Pues su novio al parecer, iba a enloquecer,
¿Como conquistarla? ¿Como huir de este amorío?
Imposible es, si ya he caído en su querer.
Viendo su suéter verde,
Me enloquecería abrazarla,
Velar por usted, tan solo tenerle,
Llorar también, quererla, amarla.
Si tan solo por haberla conocido,
Mi corazón no para de palpitar
Ahora en nada coincido,
Pues, ahora, me muero por su besar.
Y aún no encuentro el caminó,
Tarde llego, sí eso es, como siempre tarde,
Pero me alegra conocerla, usted es mi destino,
No me importa su pasado, haré de eso un alarde.
Y que más da, si conoció antes, a alguien más,
Si a su lado hoy me siento feliz,
Y que más da, si tuvo una personita,
Si a las dos, yo, las puedo hacer sonreír.
No importa cuan atroz sea su pasado,
O cuan, no vivido lo sea,
Conozcamos nuevas cosas, cual un enamorado,
Seremos felices, imposible que dios no lo vea.
En el ocaso del día, no me olvide, recuérdeme,
Ya que, así como el inmenso sol se marcha,
Para dar pasó a esa luna hermosa y brillante,
Mi corazón escapa, para abrigarla mientras descansa.
Déme una oportunidad de entrar a su corazón,
Déjeme amarla, perder la razón,
Hacerle el amor, derrochar pasión,
Escribirle este poema, dedicarle una canción.
Si tan solo mis líneas le demostraran algo,
Si tan solo, pudiera, abrazarla y volar,
Si tan solo, pudiera, navegar junto a usted en algún lago,
No me cansaría de decirle, jamás la dejare de amar. . .