Raiza N. Jiménez E.

Tu amor eres tú.-

Solo me decías, eres tú, para mi y yo para tí.

Pero, nada fue así y tú te fuiste de repente . 

Hoy miro tus lindos ojos y tu blanca frente.

Vas elegantemente vestido como un maniquí.

****

Con tu linda risa, todo en alegría convertías.

Y te alejaste con sigiloso caminar y no te ví.

Te busqué y ya las estancias, estaban vacías.

la verdad nunca supe lo que por mí sentías.

Te hablé muy claro y de eso no me arrepentí.

****

Nuestro cuarto sin tí se tornó triste y silente.

Nada de lo que allí pasó cobró importancia.

Al reclamo dijiste: son sólo mis circunstacias.

En verdad moría, pero me torné indiferente.

****

Nunca, se puede obligar al amor, a ser amor,

Sí te obligas, seguro tendrás un amargo sabor.