Nitsuga Amano

¿Cuánto hace que ya no me lees?

¿Cuánto hace que ya no me lees?

El cielo, despojado de color,

guarda en sus nubes el eco de tu adiós.

El sol, indiferente, me abandona en la oscuridad,

y la luna, ausente, no acude a consolar mi soledad.

 

 

Desde entonces, la inspiración huyó,

dejándome en el abismo de mis pensamientos.

Mi pluma se aferra a los recuerdos del pasado,

mientras la tinta se hace densa, como lágrimas de tinta.

 

 

Este corazón solitario, cansado de latir,

se sumerge en la tristeza y el vacío.

El eco de mis palabras se pierde en el silencio,

y mi voz se ahoga en la ausencia de tu presencia.

 

 

Extraño tus palabras que acariciaban mi alma,

tu mirada que iluminaba mis días oscuros.

Cada verso que escribo es un lamento sin respuesta,

una plegaria perdida en el mar de la nostalgia.

 

 

El viento susurra tus nombres en el aire,

mientras mi corazón anhela tu regreso.

Pero el tiempo avanza sin mirar atrás,

y yo sigo aferrado a los fragmentos de tu recuerdo.

 

 

¿Cuánto hace que ya no me lees?

El tiempo se desdibuja en el dolor,

pero en cada verso encuentro consuelo,

en cada palabra expreso mi anhelo.

 

 

Que las estrellas sean testigos de mi tristeza,

que los versos se conviertan en un refugio eterno.

En la soledad de mis versos, te encuentro,

aunque ya no estés, en cada línea te venero.

 

 

Perdóname si mi poesía no alcanza la grandeza,

si mis versos no expresan toda la profundidad.

Es el eco de mi melancolía y añoranza,

una voz que busca en las letras tu cercanía.

 

 

¿Cuánto hace que ya no me lees?

No lo sé con certeza, pero en cada palabra escrita,

en cada verso dedicado a ti,

mi alma susurra tu nombre, eterno y perdido.