Owen Reyes

La golondrina

Che e il bel sogno di la rondine

Potè indovinar?

 

 

Solamente un horizonte te separa de tu cielo.

Abre tu cola y con esas tijeras corta el firmamento,

que se desangre nube a nube entre arreboles manchados.

Como un murmullo: amenaza el silencio…

tiende a romper con ímpetu de látigo,

en el  torso escalonado de la caprichosa esclava

que guarda entre sus alas de escombro, la libertad.

Un vuelo lo es todo cuando no hay un destino.

Sacude tus alas pues el polvo pesa, 

no vaya a envidiar el  fénix agónico,

al verte retozar a ti también entre las cenizas.

Dile al silencio que calle, que no grite más,

que no lo despierte de su calcinado sueño.

Tus plumas valen más que un fénix que se apaga.

 

¿Te vas?

Rumbo vas hacia el perdido sueño,

sin adivinarlo, te sigo.

Una bandada sigilosa se aproxima, 

con el pecho ensangrentado, delineado del azul.

 

¿Te marchas?

como una tormenta esquiva 

entre enjambres de bruma.

Entrando en el ancho inframundo, rojo, muerto, 

donde tú, rondine, tú, eres alma viva.