EHUR OHR

El tiempo...

Me va ganando el tiempo.

 

Parece que anteayer se esbozaba mi niñez en las paredes de la vieja estancia,

tapizadas con flores dorados sobre un lienzo azur,

con sus aromas a humildad…

y sus ecos estremeciéndome de inocencia.

 

Vagando descalzo por los corredores de antaño,

aprovechando la lluvia pertinaz para lavar las carencias…

y el llameante sol para secar las añoranzas en abundancia.

 

Prendido el candil…alumbrando mi sencilla residencia,

calentando el hogar con leños de ensueño…

escuchando en la memoria estallar las carcajadas en cada rincón…

allí donde coleccionaba estampitas teñidas de sentimiento.

 

Si parece que fue ayer…que fui el mozo del pueblo,

el pintoresco galán de la esquina más popular…

con la estirpe de un corcel,

con la fuerza vehemente de un mar en tormenta…

y la convicción incontenible de un rebelde sin causa.

 

Jactancioso de mi lozanía y de mi verbo,

impetuoso y emprendedor…un apasionado arrollador,

y enamorado febril de toda la belleza expresada a 100 km a la redonda.

 

Pero si tan solo anoche me encontré…con el gentilhombre que fui,

aquel elegante señor…vestido de frac…

que escribía poemas de amor…

con versos embrujados que llamaron tu atención…

y que no supiste resistir.

 

Así te pude conquistar…con mis encantos de trovador.

 

Pero hoy despierto en este inmenso monumento a la soledad…

mi palacio de fantasías, vacío…donde solíamos juntos soñar,

en donde ahora vive un silencio atroz…

que muy pronto también me ha de dejar.

 

Me va ganando el tiempo...y esa es la más triste verdad,

mi realidad más desesperante.