JUSTO ALDÚ

EL AMOR DE UN PANAMEÑO (II)

Son las cuatro en punto de la tarde

vivifico mi embriaguez pausada

y  llego nuevamente corroyendo

mi transcendental amor

 

Me invaden unas perras ganas de besarte

de tumbarte en la cama

de hacerte mía nuevamente

 

Nada es suficiente.

Tampoco cumplir los preceptos

de mirarte el fondo del pensamiento,

pues te amo

y todos los días construiré mi vida

no seré translúcido

ni te sentiré ajena.

sudaré éste amor fuerte,

como el hierro suda herrumbre,

seré carta de luz en la protesta.

Ruta norte. Baúl de destinos.

Y guardarás mi historial

en tu pupila

y sentirás mis dedos

hurgando el fondo de tu esencia

con una sudorosa malicia

 

Te sembraré el amor con mis brazos

y con insistencia seguiré adelante

corazón abierto, frente arriba

y el pecado, ¡Ja!,

será otra cosa insignificante

porque seré fiel a nuestra causa

y aunque mis ojos se cierren

ante el lapsus del sueño

yo…,

yo te enseñaré

como quiere un panameño