Nitsuga Amano

Descolocar el silencio.

Ilumina mis sueños y desvanece la monotonía de los días, como si acariciaras el viento impregnado de melancolía.

 

 

Camino con paso lento sobre el asfalto, dejando huellas dactilares en las sombras que se desvanecen tras de mí.

 

 

Era abril, cuando la escarcha nocturna se posaba fríamente sobre mi piel, y la luz de la farola se convertía en una guía espiritual en la penumbra.

 

 

Este ruido me perturba, una luz opaca que ensombrece mis pensamientos, palabras que se desvanecen en el vacío y la falta de silencio...

 

 

Y solo queda suspirar, mientras la tormenta ruge en lo más profundo de mi ser.