Lourdes Aguilar

ANTE UNA MESA

Me he sentado tantas veces solitaria

Y parece que apenas me doy cuenta

Cuántas conversaciones hicieron falta

Para conocernos mucho más

y querernos aunque fuera poco

Ésta mesa de madera parca y muda

Como los labios que la vajilla guarda

Tres veces hacían ruido sin decir nada

en el silencio sepulcral que la rodeaba

mientras afuera el giraba un mundo

y de esos retazos desperdigados

que cada uno a su manera interpretaba

frente a frente en esa mesa y juntos

 de tales sucesos el otro no se enteraba

 

Qué diferente es ésta mesa a otras

A oras tantas en otras casas puestas

Donde hay barullo y sentimientos

Se debate, se narra y se proyecta

Y por lo menos una vez al día

Todos los miembros comparten

Abundante o escaso el alimento

Y aún así se agradece sin codicia

 

Cómo ha durado la madera gris

Más aún que la inocencia infantil

De quienes una vez acorralados

Entre miedos y dudas se sentaron

Mesa cuyo mantel almidonado olvida

Si alguna  vez se celebró un brindis

Y poco a poco se come la polilla

Mesa que crujes ya sin esfuerzo

Y cada vez que lo haces, lloras