Adiós pueblo, de Tambo
me voy lejos de tus suelos
a lejanas tierras donde ni tierra tengo
montado al burrito, sobre mi ponchito
cargando recuerdos de niño.
Tambo querido no me debes nada;
y Yo te debo tanto, hasta la vida.
Soy uno más de tantos, que se aleja
a sembrar esfuerzo en alquerías ajenas
sin tregua para erigir fortuna
si es que tengo fortuna.
Tambo: cuna de mis ancestros,
me da pena irme dejándolo todo,
hasta aquel ciprés donde solía llorar;
ahora distante, añorare llorando,
Dios: sabe como y donde, Yo no se.
Me marcho muy lejos
muy a la entrada del sol
después de haber nacido
en esta tierra del sol.
Apenas digo adiós y ya te extraño,
no prometo nada, si nos vemos o no;
Pero si algún día vuelvo
será por los que hoy dejo
y si nunca ya vuelvo, Será
porque ellos también te dejaron
o porque Yo… habré muerto.
(corazónbardo)