Bajo el vasto manto de la noche estrellada,
donde la luz de la luna susurra su encanto,
se extiende la latitud cero, frontera imaginada,
un espacio sin límites, un horizonte llano.
Me sumerjo en las letras de tu poesía,
en los versos que trazas con maestría y pasión,
navego en los mares de tu melancolía,
en busca de un amor sin restricción.
En esta tierra de sueños y desvelos,
me pierdo entre los recuerdos y la distancia,
exploro los paralelos de nuestros anhelos,
buscando el punto de encuentro, la esperanza.
No hay meridianos que nos separen,
somos un mismo destino entrelazado,
enlazados en los versos que desvelan,
la magia de un amor eterno, sagrado.
En cada línea y en cada verso,
nuestros corazones encuentran su abrigo,
unidos en un mapa aún no rehecho,
en este latir constante, en este latido.
Latitud cero, punto de partida,
donde nuestras almas se entrelazan,
desafiando barreras, superando heridas,
en un amor que nunca se desvanece ni se deslaza.
En la vereda de tus sueños me encuentras,
bajo la lluvia que nos empapa de emoción,
en la parada del bus de nuestras quimeras,
donde el tiempo se detiene y todo cobra razón.
Así, en la latitud cero de nuestro ser,
nos encontramos más allá de los límites,
unidos en un abrazo eterno, sin temer,
viviendo el amor en todas sus dimensiones infinitas.
Que nuestras almas sigan explorando,
nuevos caminos, horizontes y derroteros,
en este mapa del amor, siempre navegando,
en la latitud cero, donde somos enteros.