Nitsuga Amano

Rememorando tus besos bajo la lluvia

Se desatan los versos en la tormenta,

cuando la lluvia besa mi ventana,

y las gotas rocían con su encanto

los suspiros de mi alma desvelada.

 

 

Cabalgan las palabras como Rocinantes,

galopando en el horizonte infinito,

embistiendo molinos de ilusiones,

rompiendo el velo del tiempo marchito.

 

 

Destellos de tu recuerdo se despliegan,

brillando al compás de los versos danzantes,

y crispan las chispas al choque de lanza,

del poeta que lucha en los campos errantes.

 

 

La luna curiosa observa en silencio,

el chubasco de nubes lloronas y grises,

que se cuela en las heridas y las grietas,

nutriendo la tierra con sus dulces deslices.

 

 

Hay una esencia que flota en el aire,

esencia de lágrimas y suspiros,

que inunda el valle de nuestras vivencias,

de encuentros y desencuentros perdidos.

 

 

No es tu esencia, ni es la mía,

sino la fusión de lo que fuimos,

de las pequeñas cosas y los instantes,

que en cada verso, eternamente vivimos.

 

 

Lanzamos la moneda al universo,

apostando por un futuro de utopía,

pero el destino, caprichoso y astuto,

nos mostró la cara oculta de la vida.

 

 

¡Maldita fortuna la nuestra!,

siempre contraria a nuestros anhelos,

pero aún así, en cada lluvia que cae,

nuestro amor se eleva en versos y vuelos.

 

 

Llueve esta noche, lluvia de melancolía,

y en cada gota, tus recuerdos se funden,

soy la tierra mojada de tu presencia,

en este poema que nuestras almas inundan.