La vida, dulce melodía en el aire,
Un canto eterno que nos hace vibrar,
Una sinfonía llena de luz y colores,
Un regalo divino que debemos celebrar.
Desde el amanecer hasta el ocaso,
La vida se despliega con gracia y esplendor,
Nos invita a bailar en su vasto escenario,
Y a descubrir cada tesoro que guarda en su interior.
En cada latido late la pasión,
En cada suspiro, un nuevo amanecer,
La vida nos regala la oportunidad,
De ser artistas de nuestro propio amanecer.
En los momentos de alegría y gozo,
La vida nos acaricia con su dulce abrazo,
Y en las penas y desafíos que enfrentamos,
Nos enseña lecciones para crecer y transformar.
La vida es un viaje de constante aprendizaje,
Un sendero que nos desafía a ser valientes,
Nos invita a levantarnos cuando caemos,
Y a encontrar la fuerza en cada instante presente.
¡Oh, vida radiante, llena de misterio!
Bendito sea aquel que la sabe apreciar,
En cada risa, en cada lágrima que derramamos,
Encontramos un motivo para amar y valorar.
Así que cantemos a la vida con alegría,
Brindemos por cada aliento que nos da,
Aprovechemos cada instante con fervor,
Porque la vida, querido amigo, es un regalo sin igual.