Willie Moreno

Musa sin poeta

 

Melancólico y nostálgico
un poeta se encontraba
por no tener a su lado
una inspiración alada
que le diera de volar
con sutiles pinceladas
hacia cielos de zafiros
y destellos esmeraldas.

 

Caminaba sin cesar
y dormía madrugadas,
mas no hallaba aquella musa
que a sus versos se entregara
como la flor a la abeja
como la tierra al que labra.
¿En dónde buscaré ahora?
con dolor se preguntaba
sin poder hallar sosiego
a la soledad del alma.

 

Cierto día una paloma
apareció en su ventana,
era de plumaje suave
y blanco, y negras sus alas.
Parece venir de lejos
dijo el poeta en su estancia
atónito y sorprendido
viendo en su pico una carta,
y lo que ésta le decía
en breve se nos relata:

 

Musa sin poeta soy
y quisiera que en palabras
eternizaras mi nombre
como Elena o Cleopatra;
que no importen las fronteras
ni los credos ni las patrias...
Dame tu amor y tus miedos
tus tristezas y nostalgias.

 

El poeta creyó un juego
todo lo escrito en la carta,
mas no se negó al pedido
de versarle a aquella dama
que rogaba sus favores
desde unas tierras lejanas.

 

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