Sofanor Bonilla Fournier

Necesidad.

                 Iba camino del río

        encogido y presuroso,

su sombrero muy torcido

     y el cuerpo tembloroso,

porque su prisa llevaba

    aquel hombre tan ansioso,

al río feliz miraba

     como a un objeto precioso,

 risa me daba, es cierto,

        miraba atrás y hacia el lado

   desabrochando el marrueco

        casi ya llegando al vado.

     En un bosque que allí había,

  justo al llegar al torrente, 

      trás un árbol se veía

  que suspiraba y gemía;

      No veo en este universo,

  satisfacción más sublime,

       y merecía estos versos,

aunque Ud. lo desestime;

   y subió con desenfado

por huellas antes dejadas,

      el hombre vuelve confiado

   dejando trás sí, pisadas.