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LA SOMBRA

LA SOMBRA:



Me sorprendió la noche en la calle, la luz de la Luna a mi espalda hacia sombra mostrando una figura que miraba la acera cabeza abajo, quería alcanzarla pero no podía, deseaba abrazarla en mi soledad pero no se dejaba, de pronto esa silueta de imagen en negro me miró en silencio y una lágrima negra corrió por su rostro, quise hablarle pero me contuve observándola, el viento soplaba una suave brisa, mientras una lechuza se dejaba escuchar cerca de aquel solitario y casi oscuro parque, las hojas de algunos árboles comenzaron a caer lentamente como si fuera una bendición del cielo...,

La sombra como mismo apareció se fue desvaneciendo sin avisar dejándome ver las pisadas de un pasado que cubría y el lugar se fue iluminando con la materialización poco a poco frente a mí de la mujer que yo amaba, sus ojos verdes parecían dos esmeraldas con luz mirándome, con su cabello de oro brillando igual que sus dientes de perlas al mostrarme su bella sonrisa, caminando sobre sus propias huellas de pasos dejadas en esos años felices, cuando tomados de las manos transitábamos esas vías de acceso al parque, venia con su vestido blanco y los brazos abiertos, buscando los míos...,

De repente una fina lluvia comienza a dejarse sentir en mi ropa calando hasta mis huesos cuando se para frente a mí, abrazando mi cuello y sus rozados labios buscan los míos con loco frenesí y me dejé llevar dispuesto a todo, mis lágrimas no se aguantaron corrían libremente por mi rostro uniéndose a la lluvia inerte en el frío y duro piso, aun hoy no sé porque surgieron en ese momento precisamente, si fueron de añoranza, tristeza o de la misma soledad que sentía por los recuerdos vividos junto a la que fue mi mujer...,

No hubo palabras intercambiadas solo una mirada mas deseada, con una nueva sonrisa de satisfacción jamás vista, mientras sus manos de las mías se fueron apartando, quise retenerte pero no pude por mas que lo intente y dentro de los mismos pasos con que llegaste te fuiste retirando lentamente retrocediendo, llevándote igualmente la luz que alumbró tu camino al mío esa noche para encontrarnos la que se fue atenuando pero no antes de decirme adiós para siempre esta vez con tu mano derecha donde me dejaste ver igualmente por último que aun poseías el anillo de matrimonio cuando te fuiste aquel día sin avisar, hasta que desapareciste finalmente de mi vista...,

Observando las aguas de lluvia que habían caído correr hacia una alcantarilla que estaba cerca, también vi que mis lágrimas de sentimiento se iban irremediablemente unidas en esas aguas, hasta el río a orillas del parque donde desembocarían mas tarde río abajo al mar a ese mismo mar azul y arena blanca de esa playa al sur, donde un día te conocí, comienzo a sudar y despierto de golpe con algo de falta de respiración como exaltado sintiendo en mi cuerpo medio desnudo las sábanas blancas mojadas y pegadas y miro a tu lado y gracias a Dios, estas ahí, dormida como un ángel, me arrimo a tu cuerpo abrazándote y con un beso en tus labios que sentiste me dibujaste una sonrisa y medio dormida dijiste “ TE AMO “ y recostando mi cabeza junto a la tuya, mirándote. me volví a dormir.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 14/08/2008 03:30 PM