To be, or not to be
Prince Hamlet
William Shakespeare
El lenguajear, propio nuestro,
nos hace subentender significados,
pero a la hora de utilizarlo en propiedad
las cosas toman un cariz distinto;
en poesía la libertad es extrema,
ya no lo es tanto en política,
aunque sea usado mañosamente;
en matemáticas, física, medicina,
ciencias en general,
la rigurosidad es estricta;
En diplomacia, comercio internacional, el hampa,
la guerra, la justicia, ... sus alcances se requieren sean precisos;
La filosofía trata de conceptos,
por lo cual representa un grado de dificultad
menos habitual;
la música, la computación, ... poseen sus propios signos;
así sucesivamente.
Las dificultades se presentan
cuando empleamos el lenguaje diario
para establecer cuestiones en ámbitos
en que son necesarias las distinciones.
Cuando señalamos a alguien como filósofo
en palabras del común de la gente
sabemos que queremos decir
que su dedicación es a la filosofía.
Y de aquí para adelante la gente,
tiende a confundir el hacer por el ser.
Hamlet, príncipe,
en su duda de
ser o no ser
esa es la cuestión,
trata del suicidio,
\" ¿quitarme la vida y acabar de una sola vez
con todas mis angustias y males,
o seguir viviendo
y enfrentarme a las terribles dificultades de esta vida injusta?\"
En filosofía el ser
adquiere matices conceptuales abismales. (*)
Sócrates filosofa,
va a la guerra,
goza con sus amigos,
tiene familia, ...
Entonces Sócrates ha ejercido roles,
¿pero quién es?
El propio Sócrates intenta exigirlo
\"Conócete a ti mismo\"
¡Difícil!
Quizás inútil,
tal vez vano
...
(*) El ser y la nada (Jean Paul Sartre)
Lejos de mí (Clément Rosset)
Ser y tiempo (Heidegger)
...