Frágilmente navega,
mi barquita, un espejo y una vida,
al azar o la esperanza...
La brisa nos empuja
hacia el sureste en singladura,
a una cueva marina...
Mostrándose una bella sirena
como una magia,
bajo chispas de estrellas...
Y en un coral de roca,
toda cordura se me hace poca,
y mi razón se ahoga...