Anagracia

CelebraciĆ³n

Una niña primorosa

con olor a viento y sal

nos trajo un poco de música

al seno de nuestro hogar.

 

Se la ve muy andariega

y con una clave en “sol”

va cantando aquellas notas

que su mar le susurró.

 

la espuma y los guijarros

en la playa encontrarán

las huellas de esta niña

que en la arena quedarán.

 

Y las aves marineras

en su vuelo planearán

enormes círculos de aire

de fiesta, luz y color

 

y en ferviente melodía

su liturgia elevarán

con los salmos de la vida

que hoy queremos celebrar.