Rafael Parra Barrios

Clase media

 

Clase media

I
En la Venezuela de ayer,

la clase media,

cuan fronda y vergel,

día tras día,

iluminaba el amanecer.

II

De dignas familias,

su esencia provenía.

La descendencia

aprendía,

escalaba peldaños

ganados en libertad.

III

Su genuina identidad,

opima y floreciente,

alba de la democracia,

labraba su agenda

feraz y ferviente.

IV

En pleno albedrío,

sabía que hacer

y a donde ir.

En ciudadanía,

disfrutaba

el justo vivir,

y si no lo tenía,

insistía conseguir.

V

Navegaba en aguas

serenas o turbulentas,

saliendo a flote

de cualquier manera.

Así nadara

contra la corriente,

superaba escollos

sin detenerse.

VI

Con sus derechos humanos,

erguidos y respetados,

anhelantes y constantes,

alta calidad de vida,

se mantenía de pie,

siempre campante.

VII

Ante las dificultades

su lucha inmanente,

lograba superar

momentos inclementes.

Nunca se detenía

y su lid por la gente,

era égida y guía.

VIII

Que padecían problemas?

Por supuesto!

Más su afán era creciente,

alcazando reivindicaciones

y una existencia decente.

IX

En una oportunidad

tocaron a su puerta,

la pobreza y la tiranía. 

Entraron y se instalaron.

Minaron su estabilidad,

acediando su vitalidad.

X

Hoy la clase media

es una fachada,

una vetusta casa,  

cundida de hambruna,

sin luz y sin alimentos,

una pela ruda,

un hondo tormento.

 

XI

La clase media

referencia social,

que del ascenso vertical

fue al descenso sepulcral,

ahora es proletaria

y depauperada,

en terapia intensiva,

pero no desahuciada.

XII

En Venezuela

y en el mundo,

la clase media dispersa,  

busca derechos y anhelos,

con entereza.

XIII

Aquí o en la diaspora,

padece la crisis,

buscando sin descanso,

el esquivo remanso.

IXV

La menguada clase media

no se rinde,

exhala esperanza

en la pobredumbre.

Se levanta, combate

y no sucumbe.

XV

Brisa victoriosa  

que no se detiene,

resopla airosa

en la oscuridad,

tras la gloria.