Santiago Chacón M.

Vienes

Vienes a mí con tus pasos tan apresurados, pero sigilosos.

Vienes y me dices al oído, - ven conmigo.

Yo, solo me niego con la cabeza y así decides llevarte al vecino.

Pasan los días y vuelves a por mí, - es momento de partir, me dices, - conmigo tienes que venir -, vuelves a insinuar.

Nuevamente, me hago el tonto, aún no quiero partir, - me llevaré a tu familia, manifiestas con desagrado.

Yo, solo asiento triste y nervioso mientras se me va el aliento pues te llevas a plena luz del día al nieto de mi tía.

Tardas más en irte que en volver, molesta de nuevo me dices, - es momento de perecer, pero yo te evado en cada venida, tal parece que conmigo algo tienes que me sigues dejando a la espera, como sí me dieras un tiempo extra para hacer algo antes de que muera.

Por lo tanto, capto la indirecta y me digo que tengo que hacer algo con el tiempo que me resta…
- Santiago Ch.